(Santa Cruz de la Sierra, 15 de enero de 2016) En el marco de la muestra artística “La Mujer No Existe”, el Centro Cultural Simón I. Patiño propone para este domingo 17 de enero una actividad paralela: el conversatorio “El papel de la bicicleta en la emancipación de la mujer”. Este programa, organizado de manera conjunta con Bicicultura Santa Cruz, tendrá dos momentos claves: a las 9:30 se realizará un paseo en bicicleta por la ciudad (se partirá de la plaza principal) y a las 11:00, en el Salón Difusión del Centro Patiño, se efectuará el conversatorio de Masa Crítica Santa Cruz de la Sierra, que estará a cargo de Gina Muñoz y Claudia Arauz. Ingreso libre.
El objetivo es crear un espacio de diálogo, en el que se reúnan no solo las mujeres, sino también el público interesado en conocer cómo ha sido la relación de la bicicleta y la mujer a lo largo de la historia… “La idea es reflexionar, entender a la bicicleta como un medio de poder y de libertad”, afirmó Lesly Moyano, la curadora de “La Mujer No Existe”, exposición que Patiño inauguró el pasado 8 de enero con la intervención de 12 artistas nacionales y que mantendrá abierta hasta febrero.
En el conversatorio Arauz se encargará de hacer un repaso por la teoría y la historia, mientras que Muñoz hablará sobre los movimientos de mujeres que han surgido en el mundo. Eso sí, aclaran: “la emancipación no significó alejarse de los hombres; por el contrario, representó la integración en una sola sociedad, con igualdad de derechos y respeto mutuo.
Para Muñoz, una de las disertantes, la bicicleta fue evolucionando a través de varias personas que le pusieron empeño en convertirla en un vehículo de desplazamiento. Simultáneamente, la mujer buscó dejar de ser un artículo del hogar para ser parte activa de la comunidad a través del voto, la educación y la libertad de desplazarse dónde y cuándo quisiera, y vestida de la manera que le parezca más cómoda para pedalear. Todo esto transcurrió en el siglo XIX en el continente europeo. Bolivia, por supuesto, no se quedó al margen de este movimiento.
“En nuestro medio podemos encontrar mujeres que se desplazan a la universidad, al trabajo, a reuniones y realizan compras. Para las mujeres que la utilizan como instrumento de trabajo, entre ellas las recolectoras de material reciclado y vendedoras de comida callejera, la bicicleta no solo es un fin, sino un medio en sí misma, gracias todos los beneficios que trae consigo”, aclara Muñoz, a tiempo de afirmar que es importante crear vínculos con la finalidad de fortalecer a las mujeres.
“Vivimos situaciones similares, nuestra lucha es la misma, nos molestan las mismas cosas y creo estar segura que cualquier mujer desea vivir en una sociedad basada en el respeto mutuo con mejor calidad de vida e iguales oportunidades para hombres y mujeres… Las calles no son espacio único para ellos, nosotras también vivimos acá y reclamamos nuestro derecho de tránsito libre sin temor a ser agredidas o violentadas por el simple hecho de ser una ciclista que decidió bajarse del auto o del micro y recorrer la ciudad sin depender de nadie ni de nada”, finaliza Muñoz.